Miedos y parálisis política
Concluida la conferencia de Versalles al término de la Primera Guerra Mundial, el primer ministro francés, Clemenceau, se subió a su automóvil y, de pronto, el joven anarquista Emile Cottin comenzó a dispararle, una bala hiriéndole cerca del corazón. Cottin fue aprehendido y el fiscal demandó la pena capital. Sin embargo, el primer ministro intervino: "Acabamos de terminar la guerra más terrible de la historia, y ahora resulta que aquí tenemos un francés que yerra seis de siete veces... este joven debe ser castigado por el negligente uso de un arma de fuego y por tan pobre puntería". Paso seguido, recomendó ocho años en prisión "acompañados de un intenso entrenamiento en tiro al blanco". Sirva esta anécdota para introducir un asunto que me preocupa desde hace mucho tiempo: ¿habrá puntería en el diagnóstico sobre temas cruciales como las revueltas de los profesores a través de la CNTE o las protestas de los empresarios por la necesaria apertura de la economía?
Presidente de CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica y Clasemediero: pobre ya no, desarrollado aún no. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.