Todo nuestro rastro en Internet -la huella digital- es una sombra invertida que se proyecta hacia delante, especialmente en los políticos.
Nos hallamos ante una nueva herramienta para desprestigiar a los políticos adversarios, rebuscar en su huella digital, en sus palabras, descontextualizadas -a veces-, para conseguir lo que no se ha conseguido en las urnas.