"Perder a un padre, escribió Oscar Wilde, puede ser considerado como una desgracia, pero perder a ambos comienza a parecer descuido". Descuido o no, una de las leyes de la vida es que ese momento nos llega a todos tarde o temprano. La pérdida de un padre, o de un padre intelectual, constituye uno de los grandes momentos, y más difíciles, de la vida de todo ser humano. Algunos de los deudos, de los nuevos huérfanos, escriben profundas reflexiones sobre el significado de la vida, de la pérdida, de la trascendencia, de las lecciones. La mayoría de quienes toman el camino de publicar sus meditaciones lo hacen simplemente para entender.
Presidente de CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica y Clasemediero: pobre ya no, desarrollado aún no. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.