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Quieren demoler Museo del Tequila

Ricardo Rivera

Ciudad de México (04 enero 2015) .-00:00 hrs

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Al Delegado de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, no le gustaron la remodelación de la Plaza Garibaldi ni el Museo del Tequila, obras que, en 2010, costaron 200 millones de pesos del dinero de los mexicanos, y ahora busca demoler el recinto.

"Estamos haciendo una valoración que estaríamos presentando al Gobierno en el primer trimestre para ver si habría condiciones de hacer algún tipo de remodelación.

"Y pudiéramos pedir que se hiciera el retiro del Museo porque la actividad, después de esto, bajó en un 30 por ciento", dijo Fernández en entrevista.

La razón, justificó, es que éste "no permite ver el contexto urbano y social de la plaza".

En diciembre de 2010, el entonces Jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, inauguró tanto el Museo del Tequila como la remodelación de Garibaldi.

Pero ahora el Delegado opina que dichas obras cerraron la puerta al turismo, por lo que conformó un comité con dueños de comercios y vecinos para reactivar la economía.

El plan contempla el mejoramiento del alumbrado, quioscos de punto de venta de alimentos y el rescate de un predio en el Callejón de la Amargura para habilitarlo como teatro.

Comerciantes y músicos refieren que la remodelación no trajo los beneficios esperados.

Román Martínez, mariachi desde hace 10 años, afirmó que los turistas perdieron interés. 

"Afectó cuando metieron el museo y prohibieron la venta de alcohol en la plaza", opinó.

Calla museo a mariachis



Los mariachis han callado en la Plaza Garibaldi con la entrada del Museo del Tequila, la restricción de venta de alcohol y el acecho de policías extorsionadores.

Comerciantes, mariachis y habitantes acusaron que los únicos beneficiados con ello han sido los socios del museo, pese a la inversión de la remodelación.

En la plaza diariamente trabajan 600 músicos, quienes desde la rehabilitación del espacio han enfrentado una mayor competencia para conseguir clientes.

Todos ellos se reúnen desde el mediodía bajo el edificio de cristal con forma de pecera, con adornos en forma de magueyes de color verde.

Su arquitectura contrasta con la de los edificios coloniales que quedaron escondidos de la mirada de los turistas y transeúntes, sobre todo de noche.

Músicos entrevistados por REFORMA señalaron que desde hace 4 años la clientela ha ido disminuyendo.

"Nos ha afectado demasiado, no se imagina cuánto, en primera por la vista a la plaza, se ha cerrado por el museo, y el ambiente murió para nosotros porque los clientes ya no vienen.

"Antes teníamos alrededor de dos o tres servicios al día, pero ahora hay veces que sí y otros que no hay nada, y por lo mismo está más dura la competencia con los otros compañeros músicos", dijo Mario Vargas, representante de la Unión de Mariachis.

Por las tardes, sólo pocas personas se animan a solicitar algunas piezas musicales para amenizar los paseos.

En la noche, los paseantes aumentan un poco, pero la restricción del consumo de alcohol y el acoso de policías ha espantado la clientela.

"Aquí no llega gente como antes, porque para entrar al museo le cobran 50 pesos por una copita de tequila o de mezcal.

"Quitaron la venta de bebida en la plaza, que en parte estuvo bien, pero hay veces que les estamos tocando música a las personas y llegan los policías a extorsionar a la gente y la ahuyentan, porque dicen que están tomando", dijo Mauricio Rivera, quien trabaja como mariachi desde hace 45 años.

Enrique es vecino de la zona desde hace 60 años, pero por cuestiones de seguridad pidió omitir su apellido.

En un recorrido por la plaza acusó que la Policía se concentra en extorsionar a personas que salen de cantinas con unas copas encima.

Leonardo Díaz, dueño de la Pulquería Hermosa Hortensia, mencionó que el nuevo edificio no armoniza con la arquitectura del barrio, además de que tapa la vista de la zona.

"Le quitaron toda la vista a la Plaza de Garibaldi, aquí debería estar un quiosco para la gente, se ha bajado mucho la venta, los mariachis y los músicos se quejan mucho de que no tienen trabajo", expuso.

REFORMA solicitó una entrevista con el director del museo, Christian Merlos, pero no obtuvo respuesta.

Felipe Leal, ex titular de la Seduvi y quien estuvo a cargo del proyecto de rehabilitación, dijo que no daría comentarios al respecto.

'Antes había trabajo, ahora a veces nada'



Manuel Ledezma ha visto la transformación de Garibaldi en tres ocasiones durante los 45 años que lleva como mariachi, y asegura que los últimos 4 años han sido los más difíciles por la disminución de la clientela.

El músico comenzó a tocar la guitarra y a trabajar en 1969; ahora tiene 72 años y recuerda que en 4 décadas la plaza ha sido remodelada tres veces.

Las autoridades, aseguró, siempre han prometido mejoras para los habitantes y comerciantes, pero no han cumplido.

"Las remodelaciones que se han hecho en esta zona sólo han beneficiado a empresarios y gobernantes. Antes había mucho trabajo, ahora a veces nada, nos han perjudicado mucho.

"Yo tengo aquí 45 años trabajando, esto es un patrimonio nacional y esto nos lo dejaron desde nuestros antepasados, pero conforme han pasado los años nos han relegado y hecho promesas que no cumplen, por ejemplo, que nos pondrían baños, y lo hicieron, pero haciendo negocio con nosotros", dijo Ledezma.

Acusó que la Policía en la zona ha contribuido para ahuyentar la clientela, pues algunos agentes extorsionan a las personas que beben alcohol en la plaza.

"Si usted viene a las 12 o 1 de la mañana los policías reciben su entre y esto se convierte en un desorden, porque después de recibir su mordida, dejan que las personas se orinen en cualquier parte de la plaza", expuso.

¿Y es necesario?



A sólo 5 años de su remodelación, Garibaldi podría ser rehabilitado nuevamente.

* En 2010 se invirtieron alrededor de 200 millones de pesos para remodelar la Plaza Garibaldi.

* Se colocó pavimento nuevo, un jardín de agaves al centro, jardineras, se cambió el sistema de iluminación y se instalaron bancas.

* También se construyó el Museo del Tequila, en donde estaba el antiguo Parián.

* El Delegado en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, plantea presentar una propuesta para rehabilitar nuevamente la plaza, en la que el museo podría ser demolido.