"Quiero ser libre para estar con mi familia. Salir para ver en dónde está mi mamá. Quiero que me hagan justicia. Eso, nada más" Crédito: Sergio Ortiz / Amnesty International
"Me agarraron nomás por el corte de cabello", dice Sergio Sánchez Arellano, un vendedor de dulces, de 39 años de edad, que gusta del casquete corto, como muchos otros mazahuas.