Las democracias occidentales están en crisis. Un país tras otro experimenta cambios radicales en la conformación de sus estructuras electorales: los votantes parecen agotados de las soluciones tradicionales y comienzan a optar por alternativas que antes parecían inconcebibles, a veces cualquier alternativa. En Francia, la extrema derecha avanza sin cesar; en España el viejo duopolio del PSOE y PP se vino abajo y tomó casi un año formar gobierno; en Inglaterra la izquierda radical tomó control del Partido Laborista. Estados Unidos rompió todos los cánones históricos. Más allá de lo específico, es razonable preguntar si en México seguiremos en el "aquí no pasa nada" o si, tarde o temprano, asomarán la cabeza alternativas hasta hoy imposibles o impensables.
Presidente de CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica y Clasemediero: pobre ya no, desarrollado aún no. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.